Fantastic

Jacqueline Cota
4 min readJan 28, 2021

#52writingchallenge #Reto1

“Papá, papá, no puedo salir, papá por favor, déjame salir por favor”
“Hola, no tengas miedo, quédate tranquila…”
“Por favor, ¡solo déjame salir! No, no cierres eso, no por favor, papá”
Escuchar el sonido de la escotilla cerrándose fue lo más horrible que experimenté. Sabía que mi padre no estaría más conmigo, me estaba salvando.

Desperté con la cabeza húmeda por el calor. El planeta Hg1 se caracterizaba por una humedad excesiva que todo lo corroía. Al levantarme me golpeé la cabeza con el techo de la litera. En eso escuché la alarma roja, iba tarde por más de una hora. Los niveles de humedad eran críticos. “Va a matarme” pensé. Luego me dirigí a los baños, me quité la ropa remojada lo más rápido que pude, pasé por la ducha instantánea y luego el secado rápido. Me metí en el traje y salí al jardín.
“Mylia” gritó alguien. “maldita sea Mylia” cuántas veces te he dicho que no te quedes dormida, estamos perdiendo varios ejemplares por tu irresponsabilidad. La voz de Evron era áspera, estaba muy molesto.
Tomé el mando y comencé el proceso de regado automático. No me gustaba mucho usarlo, prefería la manguera espacial y los propulsores para regar los frambicus pero no tenía tiempo.
Llegar a ese planeta no fue difícil, HG1 estaba desde hace tiempo en nuestras búsquedas y podíamos arreglárnoslas a mandar gente seguido. Tenía muchos años que no enviaban a alguien acá según Evron. Me sentía aliviada de dejar mi segundo hogar, estaba cansada de escuchar sus comentarios llenos de lástima, mi padre un héroe que me dejó marcada de por vida, murió junto con todas las personas que recuerdo de mi planeta natal. Solo unos pocos nos salvamos y a hora estamos acá en otro lugar tratando de buscar la manera de llevarnos estos especímenes, aclimatarlos y poderlos sembrar en la zona del domo de HG1.

“Dra. Mylia” escuché detrás de mi. Era un hombre alto de ojos café claro que hacían juego con su cabello.

Evron venía detrás de él. “De todos los día mujer, tenías que escoger hoy para llegar tarde” bufó.

Lo miré con ojos de pistola, para ser su jefa, Evron se daba la libertad de tratarme como una niña pero no era el momento.
Dra. Mylia, soy admirador de su trabajo, su padre…”

“ALTO” le dije “no me hable sobre mi padre, detesto eso. Mejor dígame ¿Qué puedo hacer por usted?”
“Me preguntaba si puedo charlar con usted a solas” Dijo observando a Evron. Asentí. El aludido se ofendió y se retiró a la sala de mando, bufando como siempre.
“Señorita Mylia” comenzó.

“Doctora” lo interrumpí.

“Sí, como decía, usted es una de las más grandes botánicas especializadas de nuestra época y todo lo que ha logrado ha sido impresionante, muchos planetas dependen de su expedición”

Mientras me alababa sin cesar me dedicaba a estudiar su rostro, sus expresiones. Había algo que me decía que no confiara en las palabras de esa boca diminuta rodeada esa barba demasiado bien alaciada. Seguía prestando atención a sus gestos cuando de repente comenzó a reirse, eso me incomodó, sin embargo no tanto como lo que dijo a continuación.

“Usted no tiene por que hacer todo esto, ya es famosa, déjelo en manos de mi compañía, vamos, a quien engaña probablemente no pueda ganarle a su padre, su nombre es todo lo que le queda y usted se empeña en borrarlo para siempre. No eche tierra a su propio legado.

Me parecía increíble que insistieran con eso, esa compañía era la que había competido contra mi, diez de sus mejores biólogos contra mi, y sí lo único que tenia era el nombre de mi padre pero no gané por eso.

“Usted no tiene idea de lo que habla” dije sintiendo el calor de la furia en las manos “cómo se atreve a venir aquí a decirme ese tipo de estupideces ¡Tiene que marcharse de una vez!” le grité “todo lo que me ha dicho me lo pudo haber mandado por correo”

“No se engañe señorita Mylia”

“Doctora” le recordé.

“Doctora” Dijo riendo. “Todo lo que usted está haciendo estará perdido en unos instantes.

“Para quién trabaja realmente” Pregunté.

Escuché un disparo en la sala de mando, “Evron” dije, cuando voltee el hombre corría. De repente comenzó a temblar y la tierra se abrió parcialmente. El hombre corrió en dirección opuesta, una nave tipo 5 estaba apoyada sobre el techo del invernadero. Un cañón de partículas se llevó al tipo . De la abertura de la tierra salió una extremidad, parecía una raíz y agarró al hombre junto con la nave, al ver esto salí corriendo, cuanto estaba por llegar al centro de mando vi a Evron atrapado en una especie de bulbo. De repente algo me tomó por la pierna y me arrastró hacia el fondo, el traje me protegía de los arañazos pero poco a poco se iba rasgando. No podía creerlo, algo me estaba llevando hacia los frambicus. Un jalón más y estaba debajo de la tierra.

“Fantástico” dije “todos se morirán de hambre…”

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Jacqueline Cota

Escritora y traductora recién salida del closet/ La frase “The mewling rampalian witch herself” me describe bastante bien.